Indeed nos comparte algunas técnicas para manejar los conflictos de forma eficiente.

Técnicas para el manejo de conflictos en una empresa

Los problemas entre colaboradores de una empresa son inevitables. Estamos hablando de personas con temperamentos y estilos de trabajo distintos que deben convivir varias horas al día para sacar adelante un propósito comercial compartido. Estos problemas pueden expresarse de diversas maneras, desde la falta de cooperación hasta los insultos directos, situaciones que repercuten en la productividad de la empresa. Afortunadamente, los conflictos en el trabajo pueden manejarse y resolverse gracias a un conjunto de herramientas para analizar sus causas y efectos.

Un lugar de trabajo donde se respira un ambiente respetuoso, de tolerancia y aceptación de las diferencias rara vez atravesará por algún conflicto entre sus colaboradores. Como líder, es importante identificar a tiempo cualquier señal de alarma, para resolver el conflicto desde sus primeras etapas. La reducción de conflictos genera mayor satisfacción entre los empleados y, por consiguiente, se logra una mayor productividad, motivación, lealtad, y se evitan problemas legales.

Por el contrario, los problemas no resueltos generan estrés emocional, no solo para las personas directamente involucradas, sino que también son un foco de tensión para el resto del equipo. Un problema que no se atiende a tiempo indudablemente crecerá y traerá consigo las siguientes consecuencias:

  • Absentismo y rotación constante de personal. Al enfrentar un conflicto grave, los colaboradores podrían optar por no asistir al trabajo, solicitar un cambio dentro de la organización o su renuncia.
  • Búsqueda de ayuda externa. Cuando los colaboradores sienten que no están recibiendo apoyo por parte de la empresa para resolver sus problemas, es probable que busquen apoyo en recursos externos, como litigios o sindicatos.

Habilidades de un líder para la resolución de conflictos

Como gerente o jefe de un equipo es importante que conozcas a fondo las normas y políticas de la organización y sepas cómo hacerlas cumplir en caso de ser necesario. También debes poseer o desarrollar ciertas habilidades que te permitan reconocer problemas a tiempo, investigar y pensar en soluciones efectivas:

  • Resolución de problemas. Debes ser capaz de reconocer problemas potenciales desde antes de que sean evidentes. Haz preguntas y piensa en la manera de resolverlos.
  • Profesionalismo. Al comprometerte a altos estándares profesionales y seguir una rigurosa ética empresarial, obtendrás el reconocimiento del equipo, que apreciará tu esfuerzo por hacer lo correcto y se esforzará por hacer mejor su trabajo.
  • Comunicación. Las habilidades de comunicación son básicas para la resolución de conflictos: saber escuchar, dar retroalimentación constructiva, responder a las necesidades del equipo, brindar información completa y clara sobre lo que se espera de ellos, etc. La comunicación abierta también te ayudará a conocer mejor a cada colaborador, lo cual, facilitará asignarles tareas en las que puedan desempeñarse mejor y sentirse más satisfechos.

Técnicas de manejo de conflictos en la empresa

El uso de una estrategia determinada puede depender del tipo de conflicto, el temperamento de los involucrados y sus posibles consecuencias en la organización.

1. Evitación

Para evitar conflictos muchas personas prefieren alejarse de la causa del problema. Es una de las técnicas más comunes, pero no tan eficaz cuando el conflicto no puede desaparecer por el simple hecho de ignorarlo. Sin embargo, en algunos casos la evitación puede funcionar, por ejemplo, cuando aún no sabes cómo proceder o cuando existe una gran tensión entre los involucrados y es necesario que se calmen antes de intentar llegar a un acuerdo.

Ejemplo

Dos compañeros de trabajo han estado discutiendo por discrepancias en el desarrollo de un proyecto. El líder les sugiere que dejen de trabajar en ese proyecto y concentren su atención en otras tareas pendientes por el resto de la tarde.

2. Estilo competitivo

Consiste en abordar el conflicto directamente, con el objetivo de resolverlo con rapidez. Si bien ofrece soluciones inmediatas, puede tener consecuencias más adelante y podría afectar la moral del equipo. Este método puede usarse cuando otro enfoque de solución de conflictos no ha rendido frutos o cuando es imperativo resolver el conflicto cuanto antes.

Ejemplo

Un empleado distrae continuamente a sus compañeros y les impide concentrarse en sus tareas, a pesar de las indirectas lanzadas para que deje de hacerlo. El líder sugiere una intervención de todos los afectados con esta persona para decirle con honestidad y tajantemente que no desean verle cerca de sus áreas de trabajo cuando se encuentren ocupados.

3. Estilo complaciente

Este método es lo opuesto al competitivo, ya que busca resolver el problema cediendo ante la parte contraria. Se suele utilizar inconscientemente cuando se enfrenta una persona débil contra una fuerte o agresiva. Sin embargo, puede ser una buena técnica de resolución de conflictos en una empresa, ya que permite considerar, comprender y validar los puntos de vista contrarios.

Ejemplo

Un recién llegado a la empresa considera que un proceso puede digitalizarse con una simple herramienta. Otro colaborador con años en la empresa se molesta porque argumenta que, desde siempre, esa tarea se ha realizado de forma manual. Al final, este último empleado accede a que le muestren cómo funciona esta herramienta, y acepta que se trata de una buena idea.

4. Estilo colaborador

Este método busca obtener una solución en la que todos los involucrados ganen. Para ello, se debe escuchar a ambas partes y comprender su visión del problema. Como líder con un enfoque colaborativo, deberás facilitar la negociación hasta llegar a un acuerdo que beneficie a ambos. Este método es muy útil cuando se trata de una relación importante o cuando varias personas podrían verse afectadas. Su desventaja es que toma más tiempo que otras soluciones.

Ejemplo

Un gerente no está de acuerdo en que se contrate a cierto candidato solo por ser hijo de un amigo del dueño del negocio. A pesar de que, en asuntos de contratación es el dueño quien tiene la última palabra, decide dialogar con el gerente para llegar a un acuerdo. Al final, deciden dar un período de prueba a este candidato para verificar si es capaz de realizar el trabajo.

Fuente: Indeed. https://mx.indeed.com/orientacion-profesional/desarrollo-profesional/tecnicas-manejo-conflictos-empresa