Sesgos Cognitivos en la Toma de Decisiones

Las decisiones que tomamos diariamente no son tan objetivas como creemos. Nuestra mente utiliza atajos mentales para procesar la información de forma más rápida, lo cual puede derivar en errores de juicio. Estos atajos se conocen como sesgos cognitivos y afectan directamente la manera en que evaluamos situaciones, seleccionamos alternativas y resolvemos problemas en el ámbito laboral.

Los sesgos cognitivos no solo influyen en la vida personal, sino que también impactan profundamente en el entorno organizacional. Desde decisiones estratégicas hasta evaluaciones de desempeño, estas distorsiones cognitivas pueden sesgar nuestro juicio sin que seamos plenamente conscientes de ello.

¿Qué son los sesgos cognitivos?

Los sesgos cognitivos son atajos mentales que el cerebro emplea para simplificar el procesamiento de información. Aunque estos mecanismos pueden ayudarnos a tomar decisiones rápidas en situaciones de incertidumbre, también pueden llevarnos a conclusiones equivocadas. Como lo indican Camaran y Mirabal (2017), «quienes toman decisiones se ven influidos para simplificar problemas complejos, facilitando la toma de decisiones estratégicas bajo situaciones de incertidumbre y complejidad».

Entre los sesgos más comunes encontramos:

  • Sesgo de confirmación: Tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias previas, ignorando evidencia contradictoria.
  • Exceso de confianza: Tendencia a buscar información que confirme nuestras creencias previas, ignorando evidencia contradictoria.
  • Sesgo de representatividad: Evaluar la probabilidad de un evento según su semejanza con un caso anterior, ignorando datos estadísticos reales.
  • Anclaje: Dar un peso desproporcionado a la primera información recibida, afectando el juicio posterior.

¿Cómo afectan los sesgos cognitivos en el entorno laboral?

En un entorno empresarial, los sesgos pueden influir en:

  1. Toma de decisiones estratégicas: Un directivo podría sobrevalorar información que confirma su estrategia y descartar advertencias contrarias.
  2. Evaluación de desempeño: El efecto halo puede llevar a un líder a valorar el desempeño global de un colaborador en función de un solo aspecto positivo.
  3. Selección de talento: Durante un proceso de selección, un reclutador podría guiarse por sus prejuicios iniciales, dejando de lado la evaluación objetiva de competencias.

Según García y Chicaíza (2013), «las personas tienden a seleccionar y usar la evidencia en favor de una de las posibles explicaciones», lo cual demuestra cómo un sesgo puede condicionar nuestras decisiones sin que seamos conscientes de ello.

Estrategias para mitigar los sesgos cognitivos

La buena noticia es que existen prácticas que ayudan a reducir el impacto de estos atajos mentales:

  • Promover el pensamiento crítico: Evaluar todas las opciones con objetividad y apertura a perspectivas opuestas.
  • Feedback estructurado: Crear espacios de retroalimentación donde se cuestionen las decisiones tomadas y se exploren alternativas.
  • Diversidad en la toma de decisiones: Incluir diferentes puntos de vista para evitar el pensamiento grupal y ampliar el espectro de análisis.
  • Evaluación objetiva: Establecer criterios claros y medibles para seleccionar información relevante y evitar juicios subjetivos.

Conclusión

Los sesgos cognitivos son parte natural del proceso de toma de decisiones, pero no por ello debemos permitir que dominen nuestras elecciones. Identificarlos y aplicar estrategias para contrarrestarlos es clave para tomar decisiones más objetivas y efectivas en el entorno laboral.

En un próximo artículo, explorare cómo los sesgos cognitivos influyen en el liderazgo y qué herramientas pueden utilizar los líderes para minimizar su impacto. ¿Estás listo para desafiar tus propios sesgos?

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Fuentes

Camaran, M. y Mirabal, A. (2017). La visión directiva en la toma de decisiones bajo el enfoque de la teoría cognitiva de la organización. Ciencia y Sociedad, Vol. 42, N°4.

García Molina, M., & Chicaíza Becerra, L. (2013). Las Decisiones De Los Economistas: Coase Y Los Sesgos Cognitivos en El Trabajo Teórico. Revista de Economía Institucional, 15(29), 21–39.

Kahneman, D., Lovallo D. y Sibony, O. (2011). Antes de tomar una gran decisión. HBR, junio 2011, pág.21-31. Extractado y resumido por Instituto Regional de Administración de Empresas (IRADE). Publicado 23/11/ 2011.

Kohan, N. C., & Macbeth, G. (2006). Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones. Revista de Psicología, 2(3), 55–72.

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